La Lotería Nacional Española

Desde tiempos antiguos, un eco resuena,
es la Lotería Nacional, que al pueblo entretiene.
Un sorteo cargado de historias y sueños,
donde el azar juega y el destino se estrena.

Desde el día en que nace la aurora temprana,
los ojos se alzan, la esperanza se enciende,
pues cada décimo lleva el anhelo en su trama,
de cambiar las vidas, de quien la suerte defiende.

Un billete en la mano, un número marcado,
la fe de millones en un solo trazo,
es la suerte en juego, el destino apostado,
con la ilusión de que el futuro no sea escaso.

Cada diciembre, cuando el frío nos visita,
la Lotería de Navidad nos llena de encanto,
las calles se cubren de un aura infinita,
y en cada hogar, el sorteo es un canto.

El sonido de los niños, con voces tan claras,
cantan los números, la fortuna declara,
y en cada voz, un susurro de esperanza,
de que «El Gordo» llegue y la dicha avanza.

Las bolas giran, en un baile sin fin,
el bombo gira, y el destino se alinea,
cada número cantado es un nuevo latir,
en corazones que sueñan con la alegría divina.

No solo es dinero lo que se persigue,
sino el cambio de vida, el renacer en el camino,
es un puente al mañana, donde el ayer se despide,
y se abraza al futuro con un destino divino.

La Lotería Nacional, más que un juego,
es un lazo que une, es la historia que liga,
a un país entero en un sueño sincero,
de que el azar, por un día, a todos bendiga.

Así, cada semana, en cada sorteo,
el pueblo espera, con fe renovada,
que su número sea el que marque el paseo,
a un nuevo destino, con la fortuna deseada.

En esta lotería, el azar es el rey,
pero la esperanza es la que nunca se apaga,
porque aunque la suerte solo a unos toque,
es la ilusión compartida la que nunca se paga.

Es un símbolo eterno, una tradición sin igual,
la Lotería Nacional es parte de España,
donde cada boleto es un sueño total,
y el anhelo de todos es que la suerte nos baña.

Así continúa, año tras año,
la Lotería Nacional en su trono tan alto,
y con cada sorteo, en su baile extraño,
el pueblo español sigue esperando el salto.

Lotería Nacional, destino en papel,
cargada de sueños que el corazón siente,
en cada número, la esperanza fiel,
de que la fortuna por fin nos encuentre.

De antaño nos llega, con historia y tradición,
un ritual que une a todo un país,
cada billete guarda una ilusión,
que en la plaza o el hogar se comparte feliz.

Navidad se engalana con tu sorteo mayor,
niños cantan números, magia en su voz,
el Gordo se asoma, es un rumor,
y en un instante, cambia el porvenir de dos.

No solo es dinero lo que aquí se juega,
es un anhelo profundo, un querer ser mejor,
es la unión del pueblo, que juntos brega,
por un golpe de suerte, un resplandor.